Hoy no tenía pensado sacar el alma a pasear y lo tengo bailando contento y triste en el salón. Va de árbol en árbol. Se transporta sin necesidad de entrar en un avión. De aquí para allá. Salta de un país a otro. De un continente a otro. De una montaña a otra. No se siente cansado. Hoy era un martes de rigurosa agenda, pero me han distraído. ME HE distraído. No me acostumbro a responsabilizarme de mis actos, de mis decisiones. No me acostumbro a controlar "este sentimiento". El que doy por muerto y descubro que estaba sólo perdido, porque me encuentra cada vez, EVERY SINGLE TIME.
Hoy era y es martes. Día de producir. Tendría que ser un día lineal. Día de batalla. Y me asalta sin piedad la ternura que trae de su mano la poesía. Con urgencia me obligan siempre a escribir, porque sacar un grito por la ventana no es cívico y correr a la montaña es de cobardes. O eso dicen los hombres racionales de los que estoy rodeada.
Hoy era y es martes. Día de sobrevivir. No de sentir la vida con todas sus letras y todos sus colores.
Hoy es martes. Y no es día de campo sino de ciudad.
Hoy es martes y no puedo seguir perdiéndome por el camino. Por mi camino. Vuelvo a traer el alma y lo empujo hacia dentro de mi pecho con las canciones y las poesías que me enviaste. Y le cierro bien cerrada la cremallera al caos. Que hoy es día de producir.
Hoy es martes y está prohibido sentir. Y mucho más soñar.
Cuando la lágrima llegue a mi boca me la tragaré y seguiré con el pecho cerrado negándome el cuerpo. Porque hoy es martes.
¡Re-conecta ahora!
¿Desde que eres mamá te persigue la culpa?
¿Sientes que no consigues llevar las riendas de tus emociones?
¿Tienes la sensación de que no conectas con tus hijos?
¿Te parece que al conectar con ellos te olvidas de ti misma?
¿Quieres volver a recuperar ese equilibrio en el que todos ganáis?
Soy mamá desde hace cuatro años y medio y como siempre digo:
"Nunca hice un viaje espiritual más intenso que éste".
La maternidad me puso del revés, me hizo tambalear e incluso tumbar muchas de mis creencias. Mis gustos literarios han cambiado totalmente. Donde antes había novelas ahora dan vueltas, por toda la casa, libros de psicología infantil, libros escritos por madres y sus experiencias, libros de ginecólogas, de obstetras, psiquiatras que me han inspirado y guiado desde el principio. Pero también leer y seguir a grandes mujeres en la red o formarme con ellas ha sido fundamental. Un gran número de profesionales que se han valido de sus conocimientos y su propia experiencia como madres para desarrollar una metodología siempre basada en el amor y la escucha activa. Es leyendo de forma ávida, pero sobre todo viviendo mi maternidad en el marco de nuestra propia historia (la de mi hija y la mía) no exenta de cambios muy intensos, que he ido ocupando mi cuerpo. Siempre digo que la maternidad me hizo bajar a él y será por eso que empecé a leer a autoras que hablan sobre cicliciad femenina. Así acabé haciendo cursos y formándome en el funcionamiento del cuerpo femenino antes y después de ser madres. Con todo lo que he leído y aprendido desde fuera y lo que he aprendido dentro de mi cuerpo y de mi propia experiencia como madre he confeccionado este programa:
Entonces estás en el sitio correcto
"Nunca hice un viaje espiritual más intenso que éste".
La maternidad me puso del revés, me hizo tambalear e incluso tumbar muchas de mis creencias. Mis gustos literarios han cambiado totalmente. Donde antes había novelas ahora dan vueltas, por toda la casa, libros de psicología infantil, libros escritos por madres y sus experiencias, libros de ginecólogas, de obstetras, psiquiatras que me han inspirado y guiado desde el principio. Pero también leer y seguir a grandes mujeres en la red o formarme con ellas ha sido fundamental. Un gran número de profesionales que se han valido de sus conocimientos y su propia experiencia como madres para desarrollar una metodología siempre basada en el amor y la escucha activa. Es leyendo de forma ávida, pero sobre todo viviendo mi maternidad en el marco de nuestra propia historia (la de mi hija y la mía) no exenta de cambios muy intensos, que he ido ocupando mi cuerpo. Siempre digo que la maternidad me hizo bajar a él y será por eso que empecé a leer a autoras que hablan sobre cicliciad femenina. Así acabé haciendo cursos y formándome en el funcionamiento del cuerpo femenino antes y después de ser madres. Con todo lo que he leído y aprendido desde fuera y lo que he aprendido dentro de mi cuerpo y de mi propia experiencia como madre he confeccionado este programa:
Reconéctate a tus hij@s
Este curso es para ti si eres mamá o estás embarazada y:
- Tienes la sensación de estar siempre cansada.
- Sientes que no consigues llegar a todo.
- Necesitas más horas en tu día.
- Te sientes sola en tu maternidad.
- Tienes falta de apoyo de tu entorno.
- Sientes que no sabes gestionar los conflictos con tus hijos.
- Estás embarazada de tu primer hijo y quieres sentirte preparada para lo que viene.
- Estás embarazada y ya tienes hijos y quieres aprender a organizarte mejor.
- Sientes que no llegas a las necesidades de tus hijos al cien por cien.
- Te sientes culpable porque no consigues darle a tus hijos lo que necesitan.
- Notas que te estás descuidando, que te olvidas de ti misma.
¿Cuál será el destino al que llegarás?
1) Aprenderás a sacar el mejor partido de cada momento fisiológico en el que te encuentres.
2) Tendrás las herramientas para entender mejor las necesidades de tus hij@s
3) Aprenderás a leerte a ti misma. A conocerte mejor y a aumentar tu autoestima.
4) Te liberarás de la culpa destructiva.
5) Sabrás gestionar mejor los conflictos con los más pequeños
6) Tendrás las herramientas para reducir los conflictos en casa.
7) Crearás un ambiente familiar de Ganar-Ganar, en los que ningún miembro de la familia se sentirá olvidado.
8) Tendrás un rol principal en la crianza y educación de tus hijos.
9) Sentirás equilibrio y abundancia en tu día a día.
BLOQUES:
1. Las malas madres no existen. En el que hablaremos sobre las expectativas de las madres antes de serlo, la realidad tras convertirnos en ello. Sobre la guerra de las madres y sobre la ciclicidad de mamá.
2. Todos los niños somos buenos. En el que trataremos las necesidades más importantes de los bebés y niños pequeños. Aprenderemos a formular enunciados respetuosos para con nuestros hijos. Y a usar recursos para reducir los conflictos.
3. Lo que los demás piensen de mí o de mi maternidad no es asunto mío. Sabemos que la presión exterior puede llegar a tener bastante peso en nuestras decisiones. Aprenderemos a gestionar nuestra maternidad de forma asertiva y empoderada para que no sintamos que perdemos el control de lo que nos corresponde a nosotras.
DURACIÓN Y FORMATO DEL CURSO:
El curso tiene una duración de dos meses. Desde el 24 de abril hasta el 24 de junio. (Que termine el 24 de junio es simbólico. Tras el solsticio de verano dejaremos nuestro viejo yo y entraremos en la estación del verano, que es la más maternal, como veremos en el curso, recargadas de energía y llenas de empatía).
Una vez cada dos semanas te llegará un PDF a tu e-mail. Tendrás dos semanas para leerlo y trabajarlo. Para reflexionar.
Cuando pasen las seis primeras semanas entraremos en la parte práctica. Antes haremos también pequeños ejercicios.
Nos encontraremos en un grupo cerrado de Facebook y un grupo en whatsapp abierto las 24 horas durante los dos meses que durará el curso para sentirnos acompañadas en todo momento en este viaje.
Además de esto tendremos tres reuniones en una plataforma on line.
Testimonios de alumnas en mi curso anterior Reconecta con tu cuerpo. Conecta con el mundo:
"Para
mí ha sido un curso lleno de cosas super importantes como es el
propio reconocimiento del cuerpo, desde que empecé a hacer el curso algo
cambió en mí. Llevo dos meses sin dolor menstrual cuando siempre me
había dolido mucho, pero ahora conecto con mi útero, mis ovarios y no
los rechazo sino que conecto con ellos. También me he dado cuenta de
muchas cosas como mujer que antes no valoraba, me he vuelto feminista
cuando antes he sido muy tonta y permitía cosas que son machistas, en
definitiva me ha cambiado muchísimo a mucho mejor. Ahora me quiero como
soy, quiero mi cuerpo, mi menstruación y toda la feminidad en completo.
Gracias Ana, de verdad sabía que iba a ser increíble y lo confirmo."
Jenifer
"El
curso ha llegado en un momento crucial en mi vida, aprendí a no
martirizarme tanto por cosas que no puedo cambiar y a sentirme poderosa a
más no poder y a ser capaz de defenderlo ante cualquiera. Enriquecedor,
sin duda..." Bella
"Ana
transmite una super energía positiva. Sus palabras, en los módulos, te
abren a un mundo nuevo. Yo soy más consciente de mi ciclicidad y de mi
influencia lunar. Vivo mejor mis 4 fases y me he ¡Descubierto
a mí misma! ¡Todo gracias a ella! ¡Un curso que aconsejo a todas! Como
dice una de mis frases favoritas del mismo: "Yo, siempre, a salvo" 😉
Federica
"Este curso no podía tener un nombre más acertado, RECONECTA.
Realizarlo
me ha ayudado a parar, ser más consciente y desconectar del piloto
automático en el que funcionaba. Reconciliarme con mi menstruación,
amarme tal y como soy, empoderándome.
Ana es un
amor, está lejos pero parece que esté aquí cerquita mía, además la
conexión que se ha creado en el grupo ha sido especial, mujeres
compartiendo dudas, preocupaciones, experiencias, dándonos comprensión y
apoyo mutuo.
Estoy muy contenta de haber aprovechado esta oportunidad." Gloria
"Este curso me ha acompañado en momento de cambio y punto de inflexión en mi vida, mi maternidad y mi feminidad. Además te acerca a mujeres que aún con vidas y situaciones distintas sienten lo mismo que tú. La sensación que me ha dejado es la de pertenencia al grupo pero a través de un trabajo interior. Reconecta y empodera." Victoria
"Este curso me ha acompañado en momento de cambio y punto de inflexión en mi vida, mi maternidad y mi feminidad. Además te acerca a mujeres que aún con vidas y situaciones distintas sienten lo mismo que tú. La sensación que me ha dejado es la de pertenencia al grupo pero a través de un trabajo interior. Reconecta y empodera." Victoria
"Sobre Reconecta y
haber conocido a la maravillosa mujer Ana Gálvez, puedo contaros que me llevo
un grupo de mujeres que aunque no conozco personalmente nos apoyamos y
compartimos valiosísima información. Gracias a este grupo me he empoderado y he
aprendido a rebelarme contra los ataques que sufrimos como género.
He vislumbrado mi
camino y este se andará entre mujeres, he aprendido, o estoy en el camino, a no
juzgarnos, y ahora siento que todas las mujeres nos encontramos unidas por
hilos invisibles y no dudaré en ofrecer mi apoyo a cualquier mujer que necesite
mi ayuda.
Entre todas
conseguiremos un mundo mejor. Gracias por todo." Lubna
INVERSIÓN 150€
O 2 CUOTAS DE 79€
PERO LLÉVATELO AHORA POR TAN SÓLO
90€ (SÓLO HASTA EL 19 DE ABRIL)
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AHORA POR TAN SÓLO 165€ (INVERSIÓN NORMAL 265€, AHORRAS 100€, sólo hasta el 19 de abril)
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TRÁETE A UNA AMIGA Y LA INVERSIÓN SERÁ SÓLO DE 150€
(OFERTA VÁLIDA PARA CINCO INSCRIPCIONES, ¡DATE PRISA! 😉).
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Mostrando entradas con la etiqueta Soñando. Mostrar todas las entradas
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21 feb 2017
12 ene 2017
En el fondo todas las mujeres somos del sur
Esta mañana me levanté con el pelo enredado, más despeinada que nunca. La luna llena haciendo de las suyas. Y por fin está lloviendo. Todo estaba raro. Una bruja volvía a arder en su hoguera medieval gritando mi nombre. Así no hay quien viva tranquila. Que la urgencia de escribir no se vea vencida por la de recoger juguetes. Porque escribir es la única forma que tengo para calmarme de veras. Ellas y yo.
Pedí un akelarre, con K mayúscula y me fue concedido. Una conexión de locura, de cabelleras enredadas en pensamientos de fuego. Y me sentí sedada...Comfortably numb....con la sonrisa delante de la hoguera quemé todo lo que me importa pero que no es importante. Y me derretí sin derramar una sola lágrima. Me dormiré con la luna redonda encima de mí, de todas. De la hoguera.
Estoy convencida. En el fondo todas las mujeres somos del sur.
Pedí un akelarre, con K mayúscula y me fue concedido. Una conexión de locura, de cabelleras enredadas en pensamientos de fuego. Y me sentí sedada...Comfortably numb....con la sonrisa delante de la hoguera quemé todo lo que me importa pero que no es importante. Y me derretí sin derramar una sola lágrima. Me dormiré con la luna redonda encima de mí, de todas. De la hoguera.
Estoy convencida. En el fondo todas las mujeres somos del sur.
28 dic 2016
Al 2016 le debo una hoja de ruta
Ahora que ambas estamos de vacaciones tenemos tiempo para mirarnos a los ojos. Para jugar juntas y separadas. Para abrazarnos. Para enfadarnos poco. Para hacer las paces rápidamente. Mientras vivimos esta vida sin grandes lujos, con fecha de caducidad, me vuelvo a preguntar en qué mundo destructivo vivimos que no nos da a las madres un sueldo, una tranquilidad para cuidar de nuestras crías. Los adultos del mañana. Para que lleguen llenos de amor y de tranquilidad y puedan hacer cambios grandes. Así como vamos, cuando no hay vacaciones, es difícil que se acaben las guerras a corto plazo. Hacemos lo que podemos. Hay una gran conciencia nueva. Pero todo podría ser aún mejor. En un mundo sin relojes. En un mundo sin superproducción.
Me daban miedo las serpientes porque me dijeron que me daban miedo las serpientes. Yo me lo creí. Como me dan miedo los martes y 13. Como le temía al dolor de mi sangre y a los partos sin medicina e instrumentos de fríos metales. En castellano serpiente y rana son femeninas. No te sorprendas.
No nos gustan las estaciones. Todos queremos vivir en el trópico. De entrada nos resistimos a los cambios. Aunque yo cada vez le tengo más miedo a lo conocido. Explotamos la tierra porque no queremos que haya cambios, porque no nos gusta no poder comer ciruelas en invierno y naranjas en verano. Por eso no nos gusta el invierno. Por eso no nos gusta llorar.
Al 2016 le debo una hoja de ruta.
Una hoja de ruta pero "caminante no hay camino".
Un guión para saltármelo.
Unas reglas para romperlas.
Unas leyes para infringirlas.
Al 2016 le debo madurez, asertividad. Lágrimas. Algún puñetazo más contra la pared. La enésima caída. Vencer mi timidez. Dejar de tomarme tan en serio.
Un Blog para no explotar. Un compartir sororidad. Un habitar mi cuerpo como nunca antes.
Al 2016 no sé si le debo nada. O simplemente se lo debo al tiempo. A la vida, a la muerte. Las cenizas. A la resurrección. A la tierra, a la luna. Quizás nada más que me lo deba a mí misma. Así que, no me debo nada. Nadie debe nada. Ni a mí. Ni yo. A nadie.
"Well I'm on my way, I don't know where I'm going, but I'm on my way. I'm taking my time but I don't know where." Paul Simon. Son los versos que más he cantado durante los últimos meses. "Bueno, voy de camino, no sé donde voy, pero voy de camino. Estoy tardando pero no sé a dónde".
7 nov 2016
Penélope, madre y mujer del siglo XXI
Hay días que te espero todo el día. Y cuando falta una hora para vernos ensayo la sonrisa. Ensayo mi saludo. Porque quiero que me veas contenta. Ponerte contento.
Y luego llegas de repente y no me acuerdo de como era esa sonrisa. Y no me sale ni media palabra. Me siento rara. Como si no te reconociera.
Te fuiste esta mañana y parecías otro. O quizás yo soy otra.
Me paso el día haciendo cosas y soñando mis sueños.
Y corriendo de un lado para otro. El reloj me interrumpe a cada ratito.
Tengo la sensación de que a veces te hago pagar cosas pasadas, las que pasaban cuando no crecíamos. No digo que fuera sólo responsabilidad tuya. Bueno, no lo digo ahora. En otros momentos sí. Según me pilles. Ya sabes, en esos momentos en los que hasta hablo de culpas.
Pero no me hagas caso que ni yo misma me entiendo. Querría hacer más cosas de las que hago. Que las niñas me dejaran un rato tranquila. La interior y la actual. Que pudieran jugar ajenas a las responsabilidades y al tiempo. Sin pensar en todo lo que hay que hacer.
En todo lo que hay que pensar.
En todo lo que hay que escribir.
A veces me gustaría reír libre de preocupaciones. Y saltar y correr, invadida de la locura más inocente.
Pero ahí estamos, tratando de reconquistar - me de reconectar - me a mí misma.
A veces te espero, Ulises. Otras me espero sólo a mí misma. Lo mejor es cuando no siento ni ápice de culpa. A veces hasta ocurre.
Después de todo nunca me llamé Penélope, sino Ítaca.
Y luego llegas de repente y no me acuerdo de como era esa sonrisa. Y no me sale ni media palabra. Me siento rara. Como si no te reconociera.
Te fuiste esta mañana y parecías otro. O quizás yo soy otra.
Me paso el día haciendo cosas y soñando mis sueños.
Y corriendo de un lado para otro. El reloj me interrumpe a cada ratito.
Tengo la sensación de que a veces te hago pagar cosas pasadas, las que pasaban cuando no crecíamos. No digo que fuera sólo responsabilidad tuya. Bueno, no lo digo ahora. En otros momentos sí. Según me pilles. Ya sabes, en esos momentos en los que hasta hablo de culpas.
Pero no me hagas caso que ni yo misma me entiendo. Querría hacer más cosas de las que hago. Que las niñas me dejaran un rato tranquila. La interior y la actual. Que pudieran jugar ajenas a las responsabilidades y al tiempo. Sin pensar en todo lo que hay que hacer.
En todo lo que hay que pensar.
En todo lo que hay que escribir.
A veces me gustaría reír libre de preocupaciones. Y saltar y correr, invadida de la locura más inocente.
Pero ahí estamos, tratando de reconquistar - me de reconectar - me a mí misma.
A veces te espero, Ulises. Otras me espero sólo a mí misma. Lo mejor es cuando no siento ni ápice de culpa. A veces hasta ocurre.
Después de todo nunca me llamé Penélope, sino Ítaca.
10 oct 2016
Antojo de UK
Esta semana que debería ser de lo más dinámica, de acuerdo con mi momento lunar externo e interno y con mi agenda, se presenta con malestar general y un buen resfriado. Yo, que soy anti fármacos, ayer, con la familia al completo, estuve en la farmacia comprándome un jarabe de miel y algunas flores que, junto al descanso que me vaya pudiendo procurar, espero me vaya guiando hacia la luz.
Tanto escucha tu cuerpo, conecta con él que predico, que voy a hacer lo proprio. Mi cura va a ser básicamente esa: "take it easy" en la medida de lo posible. Olvidarme de la limpieza, evidentemente, no sé por qué pero es lo primero que se ve afectado cuando estoy mal 😉 No estresarme por nada, abrigarme, tomarme el jarabe de flores y unos 5 tés al día. Es increíble como un sabor, el del té, te puede llevar a un recuerdo, a un país. Y te puede poner melancólica al acordarte de la salida de la Unión de uno de mis países favoritos de Europa. Precisamente anoche mi compañero me decía que la esterlina estaba baja.
Aunque en estos momentos no me apetece nada viajar, parece que ya estoy allí. Mi té humeante, el cielo gris, el campo cada vez más verde y The Beatles de fondo.
Acabo de darme cuenta de que tengo antojo de fish and chips y strawberry tartlets.
Tanto escucha tu cuerpo, conecta con él que predico, que voy a hacer lo proprio. Mi cura va a ser básicamente esa: "take it easy" en la medida de lo posible. Olvidarme de la limpieza, evidentemente, no sé por qué pero es lo primero que se ve afectado cuando estoy mal 😉 No estresarme por nada, abrigarme, tomarme el jarabe de flores y unos 5 tés al día. Es increíble como un sabor, el del té, te puede llevar a un recuerdo, a un país. Y te puede poner melancólica al acordarte de la salida de la Unión de uno de mis países favoritos de Europa. Precisamente anoche mi compañero me decía que la esterlina estaba baja.
Aunque en estos momentos no me apetece nada viajar, parece que ya estoy allí. Mi té humeante, el cielo gris, el campo cada vez más verde y The Beatles de fondo.
Acabo de darme cuenta de que tengo antojo de fish and chips y strawberry tartlets.
27 sept 2016
Septiembre
(Se sugiere acompañar la lectura de Aguas de Março de Antonio Carlos Jobim y Elis Regina)
Me gusta el otoño.
De siempre.
Será por eso que no me asusta el pelo gris.
En estos días están bajando mucho las temperaturas.
Ayer cayó un buen chaparrón.
Este mediodía otro.
El termómetro va tirando para abajo.
Son las Aguas de Septiembre cerrando el verano.
Y una noche que me levanté para ir al baño no me di casi ni cuenta de que no necesité encender la luz.
¿No os he dicho que el baño no tiene ventanas?
Aún mejor:
Y la otra noche se estaba tragando toda la luz de la luna llena.
Creedme, ¡un espectáculo!
Adoro los momentos que paso a solas con ella.
Y yo contenta.
Septiembre siempre me gustó.
Pero ahora que cada vez soy más salvaje me gusta aún más.
Más que libertad, ausencia de reglas.
Más que falta de horas, ausencia de prisa.
Yo en el fondo nunca fui impuntual, nunca falté a nada.
Sobre todo a nadie.
Lo que me pasa es que me cuesta dejar de hacer lo que estoy haciendo.
Poder no ir al baile porque es que no me apetece...
Poder retrasar la alarma para continuar haciendo lo que me gusta.
"¡A la casa que le den!"
Éste es mi momento.
Así lo he decidido.
En el fondo no soy tan distinta de la niña que fui.
Recuerdo pasarme fines de semana enteros en casa leyendo, viendo películas. Oyendo música.
Pero sobre todo leyendo.
Me encantaban los viernes de lluvia y otoño.
Llegar a casa.
Esa bella sensación de tener todo el tiempo del mundo que cabe en unas 67 horas.
Viernes en familia. En el sofá.
Y temprano a la cama.
Mientras fuera llovía con fuerza, yo calentita.
A salvo en mi camita.
Estos días ando más inspirada que de costumbre.
Nada como la lluvia, como el otoño, como la luz de luna, como septiembre,
Me gusta el otoño.
De siempre.
Será por eso que no me asusta el pelo gris.
En estos días están bajando mucho las temperaturas.
Ayer cayó un buen chaparrón.
Este mediodía otro.
El termómetro va tirando para abajo.
Son las Aguas de Septiembre cerrando el verano.
"Estos días me falta brillo
Será que el cielo me esconde mi adorada luna."
(Me nació el otro día)
Y una noche que me levanté para ir al baño no me di casi ni cuenta de que no necesité encender la luz.
¿No os he dicho que el baño no tiene ventanas?
Aún mejor:
Tiene un tragaluz
Y la otra noche se estaba tragando toda la luz de la luna llena.
Creedme, ¡un espectáculo!
Adoro los momentos que paso a solas con ella.
Con la luna
Cuando la invoco siempre acaba por encontrarme.
Cuando la invoco siempre acaba por encontrarme.
Y yo contenta.
Septiembre siempre me gustó.
Pero ahora que cada vez soy más salvaje me gusta aún más.
Libertad
Más que libertad, ausencia de reglas.
Más que falta de horas, ausencia de prisa.
Yo en el fondo nunca fui impuntual, nunca falté a nada.
Sobre todo a nadie.
(Tal y como me enseñaron)
Lo que me pasa es que me cuesta dejar de hacer lo que estoy haciendo.
Poder no ir al baile porque es que no me apetece...
Poder retrasar la alarma para continuar haciendo lo que me gusta.
"¡A la casa que le den!"
Éste es mi momento.
Así lo he decidido.
En el fondo no soy tan distinta de la niña que fui.
Recuerdo pasarme fines de semana enteros en casa leyendo, viendo películas. Oyendo música.
Pero sobre todo leyendo.
Me encantaban los viernes de lluvia y otoño.
Llegar a casa.
A la guarida
Esa bella sensación de tener todo el tiempo del mundo que cabe en unas 67 horas.
Viernes en familia. En el sofá.
Y temprano a la cama.
Mientras fuera llovía con fuerza, yo calentita.
A salvo en mi camita.
hyggeligt
cosy
Estos días ando más inspirada que de costumbre.
Contenta, taciturna, feliz, melancólica, tranquila
Nada como la lluvia, como el otoño, como la luz de luna, como septiembre,
para escribir
para vivir.
para vivir.
20 sept 2016
Volver. Pisar tu tierra.
Volver.
Pisar tu tierra. Sentirla.
Con todos los sentidos.
Que te entre por todos tus poros. Y llegue a todas tus células.
No hago más que emigrar y regresar.
Y volverme a ir.
Sigo en la tierra en todas partes.
Pero en ningún sitio la siento tanto como en "mi tierra".
Como en los campos de mi Andalucía.
Bajo el cielo despejado rendido al sol casi africano.
Buscando la sombra del pino, del olivo, de la encina.
Pisando hojas y palos amarilleados por el tiempo, por el sol, por el viento.
Secos, como mis labios al respirar la flama que cae de tu verano. Con la chicharra como única banda sonora.
Secos, como mis pies pisando la arena dorada o morena de sus playas, las salvajes. Las perdidas. Donde me gusta encontrarme, escondida entre algas y espuma de mar.
Me gusta excavar en tu arena, en la tierra sobre tu suelo. Tocarte con las manos. Olerte en mis uñas.
Notar el peso del tiempo.
Sentir como me quema la respiración. Aire caliente entrando en mí.
Presente en el aquí y el ahora.
El tiempo se para en tu desierto.
Y yo sonrío.
Me siento feliz. Sola. Con fuerza. Para todo.
Y en compañía.
De los árboles, de los montes.
Del águila que vuela sobre mí buscando su almuerzo.
Nada como volver. A la tierra. A mí misma.
Parece que echo raíces, no importa donde esté.
Siempre tuya seré.
En todas partes estoy en ti.
Pisar tu tierra. Sentirla.
Con todos los sentidos.
Que te entre por todos tus poros. Y llegue a todas tus células.
No hago más que emigrar y regresar.
Y volverme a ir.
Sigo en la tierra en todas partes.
Pero en ningún sitio la siento tanto como en "mi tierra".
Como en los campos de mi Andalucía.
Bajo el cielo despejado rendido al sol casi africano.
Buscando la sombra del pino, del olivo, de la encina.
Pisando hojas y palos amarilleados por el tiempo, por el sol, por el viento.
Secos, como mis labios al respirar la flama que cae de tu verano. Con la chicharra como única banda sonora.
Secos, como mis pies pisando la arena dorada o morena de sus playas, las salvajes. Las perdidas. Donde me gusta encontrarme, escondida entre algas y espuma de mar.
Me gusta excavar en tu arena, en la tierra sobre tu suelo. Tocarte con las manos. Olerte en mis uñas.
Notar el peso del tiempo.
Sentir como me quema la respiración. Aire caliente entrando en mí.
Presente en el aquí y el ahora.
El tiempo se para en tu desierto.
Y yo sonrío.
Me siento feliz. Sola. Con fuerza. Para todo.
Y en compañía.
De los árboles, de los montes.
Del águila que vuela sobre mí buscando su almuerzo.
Nada como volver. A la tierra. A mí misma.
Parece que echo raíces, no importa donde esté.
Siempre tuya seré.
En todas partes estoy en ti.
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